La playa de Colombier, situada al final de la isla, ofrece uno de los panoramas más hermosos de San Bartolomé. La más aislada, la más discreta y la más secreta de las playas de la isla, solo se puede llegar a ella en barca o a pie por uno de los caminos desde Petite Anse o Colombier.

Las cristalinas aguas color turquesa son un paraíso para los buceadores. La bahía es una Reserva Natural Marítima y las actividades allí están firmemente controladas.

La paz, la tranquilidad y el sentimiento de estar solo en el mundo son las principales ventajas de esta playa.